Seguidores

sábado, 28 de enero de 2012

La voz de la anciana sabiduria rozando el alma de la joven muerte

Después de semanas sin redactar algo decente que poder dar a conocer, salgo a caminar, y mientras pienso en el desastre de vida que me rodea, me encuentro con alguien que me coge del brazo y detiene mis pasos, un hombre de unos setenta y muchos años creo poder reconocer en su rostro cansado. Es de pequeña estatura, una cacha sostiene su tenue cuerpo, viste ropa vieja pero lo que mas me llama la atención son sus ojos azules bajo los que se encuentran arrugas normales de la edad.
Su mirada  es penetrante  y viene acompañada de lágrimas indefinidas , estoy algo confundida, empieza a hablarme, no me pregunta mi nombre y yo tampoco recuerdo que me haya dicho el suyo, me ofrece refranes, me cuenta historias, alguna que otra inventada supongo, sigo sin entender a donde quiere ir a parar ni porque en una ciudad abarrotada de gente me escoge a mi para hablarme de esto, no sabe quien soy pero conversa conmigo como si fuera su nieta, me cuenta todo tipo de cosas y yo me centro en interiorizar todo  aquello, no me da miedo, quiero creer que es un pobre anciano que se siente solo y necesita a alguien que le escuche y por eso me siento a hacerle compañía durante un largo rato, no tengo nada mejor que hacer y siempre he creído que personas como él mucho nos pueden enseñar por tanto nada pierdo a su lado.
Me habla del amor, de estudios, y de justicia, me dice que las leyes no las impone un papel sino el hombre, me dice que en este mundo, jóvenes como yo debemos luchar por ella y me habla de diversas situaciones en la vida cotidiana, me hace darme cuenta con sus palabras de que los amigos a esta edad no son amigos y que nunca sufra por algo que tan poco tiempo me puede durar, me hace reflexionar sobre el mundo que me rodea y que no debo buscar salidas para esta angustia que me produce y que tanto dolor puede ofrecerme en diversas ocasiones.
Siento que sus palabras son tan sabias como años muestra su piel marchita. Me señala que debe irse a comer, alguien le espera, y yo sin poder articular palabra alguna le dejo marchar, esta visita inesperada a mi alma, a rozado mi fe haciendome abrir los ojos al universo y recuperar la esperanza que había perdido sin explicación alguna.
 Pongo rumbo a mis pies dirigiéndolos hacia mi casa mientras pienso en lo ocurrido y desvinculo de mi mente a toda persona y cosa  que me ofrece oscuridad, consigo  reencontrarme conmigo misma, sin poder evitar pensar  que quizás alguien me haya regalado este rato como salido de la nada que tanto bien me ha causado.
Desde aquí pretendo dar a conocer este echo real, y dar las gracias a este hombre cuya identidad desconozco pero que ha echo posible este texto y esa sensacion de paz en mi mente y alma.Gracias.

2 comentarios:

  1. Ha sido precioso, transmite mucha calidez este texto, bueno mas bien este momento de tu vida. Sabios consejos te debio dar para escirbir algo tan bonito ;) mil besos.
    J

    ResponderEliminar
  2. Me encantaa !!
    Muchos besitos guapa !! (L)
    http://porelhuecodeunalfiler23.blogspot.com/

    ResponderEliminar