(Para todas aquellas personas que siguen creyendo en el amor)

Marina es una chica alocada, ríe, ama , llora... la gente piensa que es alguien mas pero no es así, es única como cada una de las personas, no hay nadie igual.
Mientras habla por el chat con un amigo, Alberto, él la dice que se siente solo y que cuando esta triste piensa en ella, solo se han visto dos veces y el único contacto que han tenido ha sido a través de miradas y cuatro palabras sueltas antes del verano, después han hablado por teléfono y han chateado por Internet, pero saben que se quieren y que hay algo especial en el otro que les hace sentirse un poco menos solos, ellos saben que mientras mas rodeados de gente están mas solos se sienten, únicamente necesitan a esa persona que les observe, a ese ser que se pierda en su mirada e imagine un futuro de su mano.
Puede ser la inocencia que todavía queda en sus corazones o las ganas de sentirse queridos pero saben que solo unidos podrán descubrir ese tesoro, solo juntos podrán llegar  a una nueva etapa del viaje de sus vidas, lo que ellos no saben es como hablarse, como quererse en este infinito abismo al que cada uno de ellos a llegado en sus vidas.
Ninguno sabe como vencer a la tristeza que algunas personas han creado en su corazón, ninguno sabe como amar sin miedo, intentan alejarse, no pensar en ello, seguir con sus vidas pero  hay un gran muro entre ellos que no pueden derribar pero poco a poco se van acercando, sus pensamientos se van uniendo y en la lejanía sus corazones laten al compás de esa melodía acelerada que algunos llaman VIDA.
Sus manos se rozan en sus sueños, sus miradas desnudan sus cuerpos, sus lágrimas se secan en la fina y delicada piel del otro,su tristeza se va consumiendo en el mar de la razón, sienten cosas inexactas, no quieren escuchar la palabra amor, solo quieren sentirse menos solos en el mundo, se abrazan en sus pensamientos, con ímpetu pero sin culpa.
Son dos desiertos unidos por el mismo dolor, buscan tranquilidad, huyen de la gente y de las falsas palabras, solo se buscan el uno al otro, encuentran sueños rotos y pegan cada una de las piezas en el mar de los porqués, surgen nuevos atardeceres en su imanación y sonrisas sinceras sin celos o envidias solo hay serenidad y un poco de la palabra felicidad.
Son dos semillas que quieren crecer entre la tristeza, amargura y soledad de este oscuro mundo de falsedad.
Ella le susurra al oído: Quiero ser libre
EL: Yo también lo deseo pero es muy complicado.
Me siento como un pergamino introducido en una botella y tirado al mar de la soledad.
Ella: tengo la llave hacia la libertad , al menos hacia la mía," unirnos" estamos en una misma botella, si me abrazas seré capaz de soñar y esos sueños me transportaran a la libertad.
No te digo que te unas a mí porque se que tu no sabes todavía cual es el pasaporte a la felicidad, busca las respuestas, no hace falta que me las digas, yo seré libre soñando que estoy a tu lado, amándote hasta el final...