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miércoles, 16 de abril de 2014

Me hubiera casado si mis demonios me dejaran empaz.

Ese piano no suena, y el gramófono repite la misma canción, fuera la lluvia cae como si del diluvio universal se tratase, rayos iluminan la habitación casi cada diez minutos, el reloj de cuco se abre cada media hora y se oyen perros ladrar, no son buenos tiempos para nadie resuena en la cabeza de Mary al irse a acostar... Las chicas ya se han marchado enfadadas, él llora de continuo echándola de menos, aquel pega paredes por esa mujer de sonrisa dulce que no podrá recuperar, aquellla llora por la mirada pasional que un día fue su gran amor y hoy no puede mirar con la cabeza alta al pasar, un montón de gente bajo los soportales esperando un autobús o el coche de algún familiar que le venga a buscar. Se ha hecho tarde creyendo que el verano llegaba, nos hemos topado con la lluvia fría y real que no debió marchar. Una caída inesperada de una anciana, un enfado merecido, una mujer probando su vestido de novia por última vez, un recuerdo que no se borra, una persona que jamás se olvida cuando suena la melodía que escuchaban al hacer el amor... Es tarde para escribir esto, para pedir perdón de nuevo, para decir que no fue su culpa, que ella le quería, le amaba aunque ya estuviera harta de historias sin final feliz para los dos y solo pudo poner punto y seguido porque final era muy largo y ella no estaba dispuesta a olvidar. Era dueña del hastío que en su interior gritaba de necesidad de soldad, era dueña de ella misma, como esas gacelas que corren en libertad hasta que alguien igual de salvaje esta dispuesto a seguirla sin poder alcanzar. Mary caminaba por la gran vía de Madrid presa de los carteles gigantes de los que su mirada no podía arrancar, eran las luces, era la bohemia de la gran ciudad la que se le hacia pequeña a este pájaro que incansable espanta al resto de un árbol lleno de frutos para buscar otro mejor sin saber si lo va a encontrar. No busco amores, no busco príncipes ni tampoco adictos al sexo que me puedan saciar, busco colores, busco sensaciones, busco libertad. No diré que no eres el compañero de vida que quiero simplemente que este no es el momento o el lugar... no para un animal que corre sin dirección sabiendo que esta a salvo en la guarida pero que no fue para ello para lo que fue hecho sin poder volver atrás. LLámame loca, pero se que me entiendes, que sabes que somos uno, y que nos volveremos a encontrar. Odiame tanto como necesites pero no me dejes de querer por tener un mundo interior que aun no es el momento de mostrar ni de compartir , sino de vivir y aumentar en realismo y dramatismo sin poder abandonar. Es una noche dura, pero todo tiene que terminar, será mejor dormir para soñar, dejarnos caer para mañana volvernos a levantar.

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